Hay historias que se quedan en un cajón y cajones que hacen historias, y todavía no se muy bien cual es el caso de la siguiente reliquia de hemeroteca.
Ya hace tiempo topé con un recorte de prensa antiguo, sin mucho contexto y que pensaba que podía dar algo de juego, pero estaba tan perdido que no sabía como buscar, leyendo libros de historia, enterrado entre láminas de romanticismo sobre la Guerra de Independencia, Filipinas o Cuba, topamos con un siglo XIX lleno de cambios y modernización política y social, Guerras Civiles, epidemias, de idas y venidas de casas reales, que sin duda darán lugar a nuevas entradas y trabajos del Campo Arañuelo.
Es en esta época tan convulsa cuando llega Don Deogracias Sexmero a Herreruela y Caleruela, concretamente en el año 1857 , como atestigua el nombramiento publicado en prensa y autorizado por S.M Ysabel II.
Poco sabemos de sus orígenes y lo máximo que nos atrevemos a especular sobre ellos es su posible procedencia abulense o salmantina, donde el apellido Sexmero es común en algunas localidades. Por entonces parte de los municipios del Campo Arañuelo dependían de la diócesis de Ávila, Herreruela y Caleruela entre ellos, por lo que no sería descabellada esa localización.
La llegada de Don Deogracias se produciría tras el fallecimiento de su predecesor en el cargo un año antes, hecho este que quedo marcado en la prensa, casi en forma de publirreportaje para la recién creada Guardia Civil, debido al robo de la casa del cura en Herreruela, desocupada por entonces, a manos de unos calzadeños malhechores.
Los años pasaron y no volvemos a saber de Don Deogracias hasta el año 1869. Es aquí cuando aparece la noticia en el diario La Discusión:
¿Qué hizo Don Deogracias Sexmero?
Lo primero es entender el contexto de la situación, donde y cuando se desarrollan los hechos.
La España de 1869 vivía nuestra particular época revolucionaria, un año después de La Gloriosa y el desalojo de los Borbones del país. La política se dividía en dos grandes bloques: los liberales, impulsores de la revolución, burgueses, en parte anticlericales y con la idea de ser la nueva aristocracia del país independientemente de la forma de gobierno; y los conservadores o Realistas, defensores de la fe católica, de la Reina Isabel II o del pretendiente Carlista y de una vuelta a los valores y privilegios del Antiguo Régimen, volviendo a ser la aristocracia dominante. Si los rollos de izquierda y derecha actuales os parece duros, lo que esta gente tenía montado supusieron 3 guerras civiles en 50 años.
El periódico que se cita en la noticia, El Certamen, era un diario de marcado carácter liberal, y el periódico donde se publica el desmentido, La Discusión, era un diario de línea conservadora. Sabemos además que Don Deogracias era suscriptor del diario La Regeneración, publicación de perfil conservador, antigubernamental e incluso con guiños carlistas. Y como hecho último, la lápida de Don Deogracias, fallecido en 1871-2? y de las pocas conservadas del antiguo cementerio de Herreruela que conserva su grafía, puede verse en relieve lo que parece una corona.
Puede que Don Deogracias fuera un tanto exaltado en lo que a la política se refiere, y que algún día se le calentara el sermón o que tuviera algún enfrentamiento con algún contrario, que publicara en El Certamen el tema en cuestión.
"AKI YACE DEOGRACIAS SEXMERO CURA DE HERRERUELA FALLECIO ANIO 1872" |
Pero hay una parte de folklore en esta historia, que pone la nota de leyenda.
En el vecino Lagartera guardan una historieta vieja como el sol, a medio camino de la chanza con su pueblo vecino, sobre un cura de Herreruela al que un año los herreruelos no quisieron dar el diezmo correspondiente a la iglesia. El sacerdote en cuestión habría escondido a San Ildefonso, patrón de Herreruela, en los cerros cercanos y cuando el pueblo se dio cuenta de la desaparición, el sacerdote explicó que el Santo se habría marchado de la iglesia enfadado por la falta del pago anual. Y como al Cesar lo que es del Cesar, si pagaban, probablemente el santo volvería a su lugar.
Según el relato, el pueblo de Herreruela en procesión al canto de
"San Ildefonso bendito,
aparécetenos,
que la fanega de habas,
te la daremos tos"
pagó, y el santo apareció.
Esta historia tan estrafalaria, resulta que muy parecida ocurre en diversos pueblos de España, como un elemento más del folklore local. Y es que hay pueblos, donde el santo de turno se "escapa" cada año de la iglesia donde reside, para subir por su pie hasta el cerro que domine la localidad. Y el pueblo en procesión sube en su busca con la siguiente canción: "San Mengano (ponga aquí su santo) bendito, aparécetenos, que la fanega de habas, te la daremos nos".
¿Qué os parece?¿Pudo Deogracias tener un calentón en misa un día a cuenta de la política o tuvo Deogracias un calentón el día que vio la cartera vacía? ¿Suficiente cada una para salir en un periódico?
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