La casita del santo, Calvario de Lagartera |
Aún sin encontrarme en mi momento más inspirado, siento la necesidad de narrar para propios y extraños los porqués y aconteceres de nuestro más agradable, concurrido y, en algunos casos, épica travesía por nuestra querida sierra de la Ventosilla.
Una vez más en nuestra vorágine de eventos veraniegos, nos atrevemos a montar La Nocturna, como ya se la conoce en el lugar. El calendario se presenta complicado entre fiestas, vacaciones y otros eventos que hay que tener en cuenta en los 3 pueblos por los que discurre la ruta, pero hasta ahora parece que hemos acertado un sábado a mediados de Julio.
Como imaginareis, los preparativos vienen de muy atrás: Repaso del recorrido, mediciones GPS, búsqueda de variantes, alicientes culturales, avituallamientos, autobús, gastos... no se hacen de un día para otro si queremos realizar esto de la forma correcta.
Este año no nos hemos cortado con el recorrido, como comprobasteis todos los participantes. Personalmente creo que es de lo mejorcito que se puede hacer por la zona. Para empezar el marco de salida es sencillamente irrepetible, La Capilla de San Bernado o Compañia, con sus 4 siglos en sobrio y recto granito impone respeto y advierte de lo que va la noche. Luego la salida de Oropesa por el tubo, coloco una sonrisa en la cara a todos los participantes y le hizo bajar la cabeza a otros tantos.
La entrada en termino municipal de Lagartera comienza en duda, con un terreno despejado y un suave cerro. Nada más lejos de la realidad. En un giro, el camino se vuelve vereda, mágica entre olivares y chaparros, una serpenteante y marcada senda entre paredes que pierden la cuenta de los años. Al poco ya estamos a los pies del cerro del calvario.
Para bajar, esta vez sin rodeos todo el cerro de una tirada, por la calle de la amargura, y salir casi al inicio del via crucis. Solo unos minutos para el descanso en la Plaza de Lagartera.
La parada y fonda de la Lagartera, con el avituallamiento correspondiente, es otra de las fotos para el recuerdo de la noche. Sabemos que no gusta en exceso el tiempo que le dedicamos a la parada, pero la distancia entre primeros y últimos es considerable, y este al ser punto intermedio es el mejor lugar para reagrupar de forma segura y ordenada al grupo.
Desde aquí a Herreruela queda la mitad del recorrido, este año saliendo de lagartera por los Tenderos, sendero donde las partidas de guerrilleros garteranos se enfrentaron a los ejércitos napoleónicos en la Guerra de Independencia. Después bordeamos Matoso para coger el camino de Torrico y enlazar con el de la Dehesa que ha sido el tradicional estos años atrás.
Es sin duda el tramo donde el grupo más se dispersa y donde podemos pasar un momento de soledad en mitad de la noche, rodeados de los sonidos de la noche. Y por supuesto nosotros no ibamos a dejar pasar la oportunidad de colocar nuestros paneles iluminados y aportar ese punto diferente, que difícilmente veréis en otra parte.
Como siempre un autentico placer para nosotros contar con vuestra presencia y participación.
Agradecer a protección civil, colaboradores, empresas y ayuntamientos que han participado en estas 3 ediciones, sin vosotros nunca habría sido posible iluminar estas noches de campo.
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